La dimensión social de la transición justa en las experiencias europeas: retos y buenas prácticas para Chile y América Latina. Un estudio comparado

El cambio de paradigma energético que vive el mundo actual es producto de la necesidad de hacer frente al calentamiento global, lo cual tiene importantes repercusiones desde el punto de vista de los profundos cambios estructurales que han comenzado a experimentarse en las sociedades. Ello implica una adaptación del modelo productivo hacia una economía verde y limpia, en la que existen y existirán consecuencias de indudable calado para el mercado de trabajo en general y los trabajadores en particular.

Los desafíos de la transición energética y las consecuencias que ésta produce en el mercado laboral tienen aún mayor impacto en América Latina, región tradicionalmente caracterizada por importantes asimetrías, así como la precariedad e informalidad de sus economías. A pesar de ello, varios países de la región, entre los que se encuentra Chile como país pionero, se ha incluido a la transición justa dentro del programa de acción en materia ambiental, energética y laboral.

Teniendo como base las Directrices sobre la Transición Justa adoptadas por la Organización Internacional de Trabajo en 2015, este estudio examina, desde una perspectiva comparada y con énfasis en la dimensión social, las experiencias de diálogo multinivel en el seno de la Unión Europea, así como determinadas experiencias de transición justa a nivel nacional de tres de sus Estados miembros, a saber: Alemania, España y Francia